viernes, 19 de octubre de 2012

Adiós al vapor


ADIÓS  AL VAPOR

Soy una Mikado  número de serie 141 F relación de ejes 2-3-1. Esta vaporosa  no cree que allá  dado todo el vapor que sus calderas podían fabricar, pero ha llegado el momento de dar paso a nuevas generaciones de máquinas, más modernas y potentes. Siento nostalgia de tiempos pasados cuando el penacho de humo al viento llenaba grandes extensiones del cielo y la  carbonilla saliendo por mi chimenea; se nos miraba como grandes máquinas que movían largos convoyes de vagones, ya fueran mercancías o pasajeros, poco a poco fuimos  llegando a todos los puntos de nuestra geografía, llevando el progreso por doquier.
Se  acostumbraron a nuestro característico sonido, y a los penachos de vapor o de humo, fuimos creciendo al mismo tiempo que la demanda de trenes, se nos veía constantemente por cualquier rincón del país, llevando o trayendo ya fuera mercancías como personas.



Pero los nuevos tiempos exigían más potencias para llevar más mercancías, o simplemente más rapidez; en ese momento se nos empezó a ver en dobles, triples tracciones en según que sitios o bien porque las rampas de los puertos eran muy pronunciadas, o por dar más velocidad  al servicio. Pero los nuevos cambios no fueron suficientes para cumplir la demanda y poco a poco otras máquinas cogieron el protagonismo en las vías, dejándonos en un segundo plano.

Tristemente hemos quedado obsoletas unas en algún museo al aire libre sufriendo las inclemencias del tiempo; otras han pasado por el soplete y se han convertido en chatarra  y un mínimo número hemos tenido la suerte de ser reparadas y restauradas. De tal forma que hemos teniendo el privilegio de poder lucirnos en algún tren especial o bien expuestas en algún museo.
Siento en mis viejos mecanismos la tristeza de aquellos felices tiempos, no tan lejanos cuando éramos importantes y todo el mundo nos esperaba en las estaciones, los niños abrían sus ojos mitad asombrados mitad asustados y se arremolinaban en torno a nuestros vagones porque les traíamos a sus seres queridos o se iban de vacaciones, cuantos resoplidos hemos dado a lo largo de nuestra dilatada vida, cuantos recuerdos, cuantos kilómetros recorridos, cuantos sufrimientos,  cuantas inclemencias, etc.

Hoy me van a apagar definitivamente, me siento orgullosa de mi trayectoria, de haber dado a este país un futuro, solo pido quedar como historia para que las generaciones futuras sepan que la máquina de vapor fue la primera revolución industrial que marco las pautas del mundo actual.
Mis fuerzas me abandonan, mi vapor se acaba, la historia me juzgará.
                                                                                              Un nostálgico del vapor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario